Los pies son la única parte del cuerpo que está constantemente en contacto con el suelo y que soporta todo nuestro peso mientras caminamos o hacemos deporte. Es decir, que recibe una gran carga de trabajo a lo largo de nuestra vida. Por este motivo, es importante mantenerlos cuidados y saludables, para evitar desequilibrios en la biomecánica, que puedan afectar al aparato locomotor y provocar lesiones en distintas partes del cuerpo, como rodillas, cadera, columna y el resto de la musculatura.
La gran mayoría de las lesiones que sufren los deportistas están provocadas por una pisada defectuosa, ya que una distribución ineficaz de los puntos de apoyo del pie fuerza a otras partes del cuerpo a equilibrar el exceso de trabajo.
Por ello, en Centre Medic Meisa estudiamos y evaluamos tu pisada, para poner en marcha el tratamiento que corrija los posibles defectos encontrados, en función de los problemas que presente cada paciente.
El Estudio se basa en el análisis del movimiento del cuerpo humano. Estudiamos cómo se comporta el pie al andar o al correr y de qué manera afecta al resto del cuerpo.
La marcha humana la realizamos en tres fases: choque de talón, apoyo del mediopié y fase de despegue del pie (antepié).
En un paso normal, el pie aterriza en el suelo por la parte externa del talón (posición del pie en supinación) de esta manera las estructuras musculo-ligamentosas preparan al pie para el impacto; a continuación, el pie debe adaptarse a las irregularidades del terreno, y esto lo consigue realizando el movimiento contrario, el de pronación; para finalmente, realizar el despegue con el 1er dedo y propulsar al cuerpo hacia delante.
El equilibrio de la marcha es la balanza justa entre las fuerzas que se oponen en el transcurso de cada posición. Los músculos accionan, frenan y aseguran la ejecución de los movimientos en nuestra vida diaria.
La marcha es el medio de locomoción en el que la persona no deja nunca el suelo, al contrario de lo que ocurre en la carrera y el salto.
¿Qué es el estudio?
Mediante la informática podemos valorar el tipo de apoyo plantar del paciente de forma precisa y cuantificable.
¿Para qué se utiliza?
Saber si una zona del pie contacta y en qué medida lo hace en un momento preciso es muy complicado. Con la ayuda de la plataforma de presiones se capta este apoyo y mediante un software de traduce en una imagen en movimiento y cuantificada de forma que el profesional puede interpretar y contrastar con la exploración que previamente al estudio se le ha realizado al paciente en la camilla.
¿Quién puede hacerse un estudio?
Todo el mundo puede realizarse un estudio de la marcha cuando lo desee. El estudio de la marcha puede usarse con carácter preventivo evaluando los posibles puntos débiles que pudiesen acarrear patología en un futuro. Si observásemos por ejemplo una sobrecarga muy marcada en alguna zona del pie o un movimiento patológico podríamos considerar la instauración de un tratamiento preventivo.
¿Quiénes deberían hacerse un estudio?
Todo el mundo debería hacerse un estudio de forma preventiva pero algunos grupos como los deportistas, pacientes con patología vascular o neurológica deben prestar especial interés en la prevención ya que presentan más probabilidades de presentar patologías.
Cuando hay complicaciones como la mala circulación o pérdida de sensibilidad paralelas a un trastorno de la marcha, cualquier pequeño problema puede complicarse de forma severa. Un estudio a tiempo puede ahorrarnos complicaciones innecesarias. Dentro de este grupo que denominamos “de riesgo” incluimos a las personas con diabetes.
El deportista es ya sabido que presenta una mayor prevalencia de lesiones. Muchas de estas lesiones son ocasionales como los causados por traumatismos (hematomas, fracturas, esguinces, etc) pero otras muchas son consecuencia de una marcha patológica. El cuerpo humano está dotado de mecanismos precisos para producir un ahorro energético, trabajo muscular adecuado, correcto trabajo articular, etc. A menudo nuestra postura no es perfecta y con ella el trabajo muscular y articular tampoco es el adecuado. Esto, unido a esfuerzos y movimientos repetidos que se realizan durante la actividad física de forma exigente, hace que músculos, tendones, articulaciones, etc. se fatiguen y degeneren en distintas patologías. Si determinamos cuáles son esos trastornos biomecánicos podremos actuar y evitar muchas de las lesiones causadas por un inadecuado trabajo de las estructuras.
En ciertos casos, el uso de plantillas debería verse como algo normal, ya que, no sólo corrige deformidades, sino que puede llegar a prevenirlas. En los niños, el uso de plantillas cobra especial importancia debido al éxito que supone la instauración de un tratamiento precoz, ya que cuanto antes se corrija el problema, mejor resultado final obtendremos y más fiable y duradero será para el resto de su vida.