Implantes Dentales Endoóseos
Estos son los implantes dentales más comunes y se colocan directamente en el hueso maxilar o mandibular. Consisten en una pequeña estructura de titanio en forma de tornillo que se fusiona con el hueso durante un proceso llamado osteointegración. Los implantes endoóseos se utilizan para reemplazar uno o varios dientes perdidos y proporcionan una base sólida para las prótesis dentales.
Implantes Dentales Subperiósticos
Estos implantes se colocan debajo del tejido gingival, pero por encima del hueso. Se utilizan cuando el hueso no es lo suficientemente profundo o ancho para soportar un implante endoóseo. Los implantes subperiósticos se fijan en su lugar mediante una estructura metálica personalizada que se adapta a la forma del hueso.
Implantes Dentales Transmandibulares
Estos implantes se utilizan en casos de pérdida severa de hueso en la mandíbula. Consisten en una barra de metal que atraviesa la mandíbula y se une a los implantes colocados en ambos extremos. Los implantes transmandibulares proporcionan estabilidad adicional y permiten la colocación de una prótesis dental en pacientes con una falta significativa de hueso.
Implantes Dentales Zigomáticos
Estos implantes se utilizan cuando hay una pérdida ósea grave en el maxilar superior y los implantes dentales convencionales no son una opción viable. Los implantes zigomáticos se anclan en los huesos zigomáticos, que son prominentes en la mejilla. Proporcionan una base segura para las prótesis dentales superiores y evitan la necesidad de injertos óseos.
Implantes Dentales Cigomáticos Cortos
Son similares a los implantes zigomáticos, pero más cortos. Se utilizan en casos en los que el hueso zigomático no está lo suficientemente desarrollado para soportar implantes zigomáticos estándar. Los implantes cigomáticos cortos son una alternativa cuando se necesita una mayor estabilidad para las prótesis dentales superiores.
Implantes Dentales Basales
Estos implantes se colocan en áreas del hueso basal que se consideran más estables y resistentes a la pérdida ósea. Son adecuados para pacientes con una calidad ósea deficiente o que han experimentado reabsorción ósea significativa. Los implantes basales ofrecen una opción de tratamiento para aquellos que no pueden someterse a injertos óseos u otros procedimientos complejos.
Es importante tener en cuenta que la elección de la tipología de implante dental adecuada para cada paciente dependerá de factores como la cantidad y calidad del hueso, la salud bucal general y las necesidades específicas de cada caso. Un dentista especializado podrá evaluar y recomendar la opción más adecuada para cada situación.