6 recomendaciones para el cuidado de personas con disfagia
Página actualizada el 20 de diciembre de 2022
La disfagia es la dificultad o imposibilidad de tragar los alimentos sólidos y / o líquidos. Los pacientes con esta dolencia tienen riesgo de deshidratación y pueden sufrir problemas respiratorios. El otorrinolaringólogo del Centro Médico Meisa, Jhonder Xavier Salazar Guilarte, ha preparado una guía con algunas recomendaciones para el cuidado de estos enfermos. Algunas de las causas de la disfagia pueden ser:
- Enfermedades que afectan a la musculatura.
- Producción escasa de saliva.
- Lesiones en la lengua y encías.
Recomendaciones para pacientes ingresados en un centro hospitalario
Para evitar las consecuencias negativas que puede provocar la disfagia, se deben realizar cuidados específicos, sobre todo modificando la consistencia de los alimentos.
- Hidratar la boca con palillos de algodón o saliva artificial antes de empezar a comer.
- Incorporar el cabezal de la cama para que el paciente pueda comer sentado (mantenerlo en esta posición durante un mínimo de 30 minutos tras la ingesta).
- Mantener la barbilla hacia abajo durante las comidas.
- Utilizar siempre una cuchara para ingerir los alimentos.
- Administrar la comida en pequeñas cantidades.
- Sustituir los líquidos por bebidas espesadas para reducir el riesgo de atragantamiento.
Consejos para preparar líquidos espesados
Para conseguir una consistencia espesa de los alimentos se necesita:
- Vaso.
- Cuchara dosificadora.
- Espesante.
- La bebida que se quiera utilizar (agua, zumo, leche, infusión …)
Existen tres tipos de texturas espesas:
- Textura néctar: En un vaso de 150 gramos se añaden dos cucharadas rasas de espesante si se quiere ingerir agua, café con leche, leche o infusiones. En el caso de querer consumir zumos o batidos, debemos añadir una única cucharada de espesante.
- Textura miel: En un vaso de 150 gramos se añaden tres cucharadas rasas de espesante si se quiere ingerir agua, café con leche, leche o infusiones. En el caso de querer consumir zumos o batidos, debemos añadir solo dos cucharadas de espesante.
- Textura pudín: En un vaso de 150 gramos se añaden cuatro cucharadas rasas de espesante si se quiere ingerir agua, café con leche, leche o infusiones. En el caso de querer consumir zumos o batidos, debemos añadir solo tres cucharadas de espesante.
El líquido con espesante se debe consumir de inmediato, no es recomendable mantenerlo en reposo durante más de una hora.
Recomendaciones nutricionales para seguir una buena dieta en casa
- Consumir alimentos triturados (en ningún caso deben contener espinas, huesos, pieles u otros elementos peligrosos).
- Si la disfagia es leve, se pueden consumir alimentos que sean de fácil masticación y bajo riesgo procurando que los alimentos estén bien cocidos y los platos contengan la suficiente humedad para que puedan ser deglutidos sin dificultad (albóndigas con salsa espesa, canelones, lasaña, tortilla de patatas, pasteles de carne o pescado, etc.)
- Mantener una dieta variada y equilibrada.
- Evitar saltarse comidas.
- Masticar despacio y en pequeñas cantidades ayudándose de una cuchara.
En cualquier caso, se deben evitar los alimentos de riesgo:
- Alimentos muy calientes, ácidos o picantes (pimienta, vinagre, etc.)
- Alimentos fibrosos o con filamentos con los que puedan atragantarse (piña, carne fibrosa, ramas de apio, tallo blanco de la lechuga, de las acelgas, espárragos, etc.)
- Frutas jugosas que liberen jugo al masticarlas, helados, sorbetes, etc.
- Pieles de legumbres, huesos de carne, espinas de pescado, huesos, semillas, etc.
- Alimentos secos, como patatas chips, pan tostado, frutos secos, etc.
- Alimentos pastosos como los caramelos toffees, arroz seco, etc.
- Alimentos con dobles texturas: Caldo con pasta, lentejas con zumo, fruta jugosa, leche con cereales sólidos, etc.
Textura de la bebida recomendada durante las comidas:
- En las comidas principales (desayuno, comida y cena) un vaso de agua gelificada. A media mañana y con la merienda, un vaso de agua espesada.
Puedes descubrir más recomendaciones en el blog del Hospital Vall d’Hebron.
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